Parte única de la historia glamurosa de Marbella

Enclavada en un entorno espectacular y rodeada de cuidados jardines maduros, esta magnífica mansión en primera línea de playa es mucho más que una vivienda: es un auténtico fragmento de la historia más glamurosa de Marbella. Situada directamente sobre las arenas doradas de Los Monteros, la dirección más prestigiosa de la costa este de la ciudad, la propiedad goza de una posición privilegiada y de unas vistas panorámicas al mar imposibles de igualar.

Construida en los años 50 para la hija de un jefe de Estado español, pronto se convirtió en un referente de sofisticación y encanto, atrayendo a la élite internacional que empezaba a descubrir el estilo de vida soleado de Marbella. Más tarde, como residencia de la socialité estadounidense Aline Griffith y de su marido, el Conde de Romanones, la casa fue escenario de algunas de las veladas más deslumbrantes de la época. Jackie Kennedy, Audrey Hepburn o Wallis Simpson estuvieron entre las distinguidas personalidades que disfrutaron de sus terrazas abiertas al Mediterráneo. Pocas propiedades pueden presumir de un pedigrí tan fascinante, entrelazado con la edad dorada de Marbella.

La mansión desprende una elegancia atemporal y un aire de grandeza. Sus amplios interiores se funden sin esfuerzo con soleadas terrazas y con más de una hectárea de jardines cuidados al detalle, donde el paisaje enmarca el mar en un juego de colores, aromas y brisas. Diseñada tanto para recibir a lo grande como para disfrutar de la intimidad junto al mar, la propiedad ofrece una privacidad absoluta, rodeada únicamente por otras grandes fincas con extensas zonas ajardinadas. Construida en una época en la que aún era posible contar con esta cercanía privilegiada a la playa, representa hoy un tesoro irrepetible.

Más que una residencia exquisita, es un santuario de historia, elegancia y exclusividad. Una oportunidad única de poseer una de las propiedades más extraordinarias de Marbella, donde el glamour atemporal y la vida frente al mar se unen en perfecta armonía.